Caminando en círculos.

viernes, febrero 10, 2006

Dudo mucho que haya sobre la faz de la tierra un lugar más maravilloso que París. En París no hay aire, no lo necesita, el ser humano puede respirar simplemente con su magia. París es mi ciudad. El Pont des Arts es mi puente. Habría que pagar por pasear por las callejuelas del Barrio Latino o de la Isla de San Luis, por ojear los tenderetes del quai que va desde el Pont des Arts hasta Notre Dame, por subir las empinadas escaleras de Montmartre, por visitar el cementerio de Pere Lachaise, como un aventurero buscando la tumba de Jim Morrison u Oscar Wilde.

París no es simplemente monumentos tan maravillosos como los dos arcos (Del triunfo y de la Defensa) la Torre Eiffel, Notre Dame o el Sacre Cour, o museos como el Louvre, el Orsay o el Pompidou. París no sólo son sus calles. París es toda la gente que ha vivido allí, París es toda la gente que vivirá allí. París es todo lo que se ha vivido allí. París es la literatura hecha ciudad, Paris es cine hecho ciudad. Un encuentro casual en París es lo menos casual del mundo.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

gabachos...

13 febrero, 2006 23:55

 

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